Estás pequeño y te encuentras con la cabeza decapitada de una niña después de un accidente automovilístico, tu madre te aleja y no puedes olvidar esa escena por el resto de tu vida.
La muerte te hace tan adulto, tan maduro que la muerte se enreda en tu vida permanentemente. Te rodea y la aprendes a amar, le dejas de tener ese miedo tan absurdo, la empiezas a querer e incluso la besas en las noches antes de dormir.
Te vuelves tan maduro que mueres, llegas al punto máximo del hombre y mueres, te vas con ella, con la que te siguió desde niño, la que te crió, la que te amamantó, la que se presentó cuando eras pequeño, con el amor de tu vida; LA HERMOSA Y MÁS AMADA MUERTE.
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